jarra verde cromo

Esta jarra formó parte de la vieja casona de mi abuela. Durante toda mi infancia pude verla en la repisita de la cocina, la mesa redonda del comedor o apoyada ocasionalmente sobre las baldosas damera de la galería. Ya en aquel entonces era una jarra vieja vaya a saber de donde la heredó la abuela.Conforme pasó la vida, la jarra verde se las arregló siempre para meterse dentro de las cajas de mis mudanzas, así conoció Buenos Aires , Bariloche, un puñado de barrios santafesinos , la misma Esperanza desde hace un par de décadas . Su presencia fue más que nada decorativa, acompañó estantes y alacenas pero por algún motivo incierto casi nunca le hemos dado su utilidad práctica de cargar limonadas o cervezas.La abuela murió el último año del siglo pasado no pudiendo llegar a descifrar uno de sus enigmas favoritos, el año 2000 traería el fin del mundo?, No abuela, ninguna de esas apocalípticas predicciones acontecieron para la humanidad, tan solo para unos pocos que tuvimos que celebrar el fin de año más triste de nuestras vidas hasta ese momento.Pasaron más de 20 años y sin embargo la jarra verde persistió intacta presumiendo de eterna presencia, tanto que llegaron hacerle un molde y hoy se reproduce en muchos otros colores. Que buena decisión porque ayer en un involuntario accidente doméstico se cayó del aparador y ya no es más una totalidad. Esa jarra color verde cromo, se transformó en un montón de pedacitos que por el momento guardo en una caja y algún día quizás intente volver a encajar.